La pantalla tiene cuatro veces más resolución, pasando a 960x640, lo que hace que la compatibilidad hacia atrás sea perfecta y evitándose un rollo de cuidado con cientos de aplicaciones. Ya era hora que un móvil de tal precio entrase en la nueva era de pantallas que la competencia tenía desde hace un par de años. Aunque Apple siempre ha apostado por mantener fluido su interfaz y por tanto se ha negado a hacer el cambio hasta que la nueva CPU permitiese esta premisa.
Cámara frontal , más batería para que no se nos quede frito en medio de la navegación 3G (16% más capacidad y recambiable), un diseño más estilizado y pequeño. Se nota que la competencia ha empezado a hacerle pupa y Apple mueve ficha.
Por mi parte espero que el nuevo iPod mantenga todo este encanto a un precio y sin ataduras más razonables. Los anteriores iPhones una vez alguien vea la nueva pantalla pasarán a ser basurilla cósmica. Ley de vida, pero hasta ahora era lo único que había permanecido inalterable.
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